Max y Mía

Método Max y Mía


Max y Mía es la metodología, creada por Conmusica, una institución líder e innovadora en el área de la pedagogía musical, que hemos considerado más adecuada para la etapa de 0 a 2 años y medio.

¿Cómo trabajamos?

En esta primera etapa del proyecto Max y Mía los planteamientos didácticos de desarrollan en clases colectivas de grupo reducido proporcionando, de la mano de Max (el castor) y Mia (la hámster), múltiples iniciativas musicales basadas en un proyecto de enseñanza continuo, que favorece la formación musical de niño de acuerdo a su edad.

Esta etapa va dirigida a niños entre 1 y 2 años y medio, y se lleva a cabo mediante juegos y actividades que permitan al niño ir experimentando con la música. El niño despierta a la vida y queremos que lo haga acompañado de la música. Que reconozca y juegue con los siguientes elementos: estados de ánimo, movimientos motores y de coordinación, fenómenos naturales y una primera introducción al lenguaje de la música en el que diferenciaremos fuerte/piano, rápido/lento, alto/bajo… entre otras muchas cosas.

El aprendizaje duradero funciona mejor cuando se abordan diferentes percepciones sensoriales y canales de aprendizaje. Por ese motivo, en los programas didácticos de Max y Mia utilizamos y estimulamos todos los sentidos:
  • Visual (imágenes, libros, colores, objetos, espacios)
  • Olfativo (aromas, como por ejemplo el limón, vainilla etc.)
  • Auditivo (escuchar música, entonar diferentes tonos y canciones)
  • Del equilibrio (ejercicios senso-motrices, descubrir libremente)
  • Percepción háptica (ejercicios moto-sensoriales, materiales, instrumentos, etc.)

¿Por qué es importante iniciar a los bebés en la música ya desde su nacimiento?



Los seis primeros años del niño son fundamentales para la formación del oído y el desarrollo de la facultad del habla. Poner en contacto al niño de múltiples maneras con la música durante esta etapa de su desarrollo ofrece oportunidades que no deberían desaprovecharse: escuchar diferentes sonidos y tonos musicales y balbucear las canciones proporcionan una interconexión más intensa de las células cerebrales. El cerebro reconoce la música como una lengua y crea las condiciones idóneas para que la música pueda reconocerse como un segundo “idioma materno”.

Objetivos principales de nuestra educación musical temprana
  • Enseñar y aprender la música como una lengua.
  • Transferencia del método de adquisición del lenguaje en la pedagogía musical, mediante la inclusión de significantes lingüísticos.
  • Creación activa y variada de procesos de comunicación mediante la combinación de escuchar música, cantar y hablar, imitar e improvisar.
  • Estimular la capacidad de imaginar acontecimientos y estructuras musicales y poder pensarlas antes de transformarlas (mediante cantar o tocar).

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